Aquel 19 de noviembre de 1979 fue el día en el que se rompió uno de los mitos más conocidos del futbol profesional colombiano: la maldición del ‘Garabato’. Aquella que le había proporcionado al cuadro escarlata una sequía de títulos de 31 años, por fin había acabado.
Todo empezó en 1948, cuando Benjamín Urrea alias ‘Garabato’, un odontólogo palmireño y también uno de los socios fundadores y jugadores del equipo en su época aficionada, tuvo una discusión con la junta directiva del equipo, pues la gran mayoría querían volver a América en un equipo profesional de fútbol, mientras que ‘Garabato’ quería que siguiera siendo amateur, y
a que había conseguido grandes triunfos en esa categoría.
Tres versiones de la maldición han rondado por años en los oídos americanos: la primera dice que Humberto Salcedo Fernández, en ese entonces presidente del club, habría inscrito al América de Cali en la Dimayor para que jugara el torneo profesional sin consentimiento del ‘Garabato’, cuando este se dio cuenta, maldijo al club diciendo: “que lo vuelvan profesional, que hagan con el equipo lo que quieran... que, por mi Dios, América nunca será campeón”.
La segunda versión dice que Urrea, al saber que iban a volver al equipo en profesional, decidió retirarse de la junta directiva y cobrar 200 pesos de la época, por concepto de uniformes. Al ver que los directivos de la ‘Mechita’ no le iban a pagar, Urrea decidió irse de rodillas desde el Estadio Pascual Guerrero hasta la Plaza de Caicedo, en Cali, para allí maldecir al cuadro rojo.
La tercera fue publicada por el diario El Colombiano el 23 de diciembre de 1979 en una entrevista a ‘Garabato’, en la que él afirma que: “cuando me sacaron a patadas, luego de haber servido tanto al equipo, me fui a una cantina que llamaban ‘El Hoyo’, ubicada en la carrera 3.ª con calle 17 y en medio de mujeres de vida alegre, me puse a tomar trago y procedí a coger una botella de aguardiente, la apreté y la llevé en las manos hasta la parte final de la espalda y uno a uno maldije a los jugadores y directivos del América. La maldición cayó sobre el equipo, porque nunca jamás pudo ser campeón…”
Benjamín Urrea ´Garabato´. Fuente: marca.com
Lo cierto es que América no podía ser campeón, y a medida que pasaban los años, la maldición de garabato se hacía cada vez más cierta. La ‘Mechita’ muchas veces acarició el título, pero siempre se le escapaba. La primera vez, en 1960, cuando el equipo estuvo a punto de no participar y darle su ficha a Boca Juniors de Cali, pues la situación económica no era favorable. Sin embargo, los directivos, encabezados por el doctor Manuel Correa Valencia, hicieron lo posible para que América no desapareciera. El apoyo de la Dimayor fue fundamental para que el cuadro rojo jugara dicho torneo. Aguirre Arias, quien tenía prácticamente firmado el contrato de Adolfo Pedernera para dirigir al Boca Juniors, terminó integrándolo al América. Allí, el estratega argentino, armó una barata, pero muy buena nómina de nacionales y extranjeros, entre los que estaban Camilo Rodolfo Cervino, Juan Manuel López, Arcángel Brittos, Jorge Mousegne, Jaime 'Charol' González y Carlos Montaño, y logró el primer sub-campeonato en la historia escarlata.
En 1967 América volvería a estar cerca del título de la mano del director técnico Julio Tocker, que ya había sido campeón con Santa Fe. El equipo rojo consiguió un invicto de 22 fechas en dicho torneo, pero al parecer no fue suficiente para acabar con la maldición del ‘Garabato’, y terminó tercero. A los dos años, en 1969, América volvería a quedar en el segundo puesto de la liga, esta vez dirigido por Ángel Perucca. En esta ocasión América contaría con el goleador de la liga, y en ese entonces, goleador histórico del FPC: Hugo Horacio Lóndero.
La ‘Mechita’ tenía buenas participaciones en la liga, y otras no tan buenas, pero lo cierto era que por más que intentaba, América no quedaba campeón. La hinchada empezó a creer en la maldición del ‘Garabato’, aunque tocó fondo cuando en 1978, Los Diablos Rojos consiguieron por primera vez en su historia acabar primeros del Torneo Finalización, sin embargo, en el cuadrangular final América terminó último, dejando escapar múltiples victorias en el último minuto. El 12 de diciembre de 1978 se conocería el remplazo del técnico Víctor Pignanelli. A la institución escarlata llegaría un hombre para hacer historia: el doctor Gabriel Ochoa Uribe.
La maldición se había tomado tan en serio para ese entonces, que en 1979 la directiva del club decidió hacer una misa en la gramilla del Pascual Guerrero, junto a Benjamín Urrea ‘Garabato’, para que, por medio de un documento escrito, firmado por las directivas y por el mismo ‘Garabato’, se decretara el final de la maldición. Curiosamente, ese mismo año América conseguiría por fin su primera estrella. Aquel 19 de diciembre de 1979 con dos goles de la ‘Mechita’ sobre Unión Magdalena se daba por terminada la maldición, que tanto había amargado a los americanos. Sin embargo, tras estar cuatro veces en la final de la Copa Libertadores, América no se ha podido consagrar campeón, por lo tanto, se dice que el maleficio persiste en este torneo internacional.
Benjamín Urrea ‘Garabato’ murió el 5 de enero de 2008, año en el que América de Cali fue campeón por treceava vez.