Te alentare cuando menos lo merezcas, porque será cuando más lo necesites. Gabriel Muñoz.
En un partido que se jugó en un horario atípico 10 de la mañana, recorrer 10 horas de viaje desde Bogotá hasta la sucursal del diablo, sintiendo el rigor del cansancio de los kilómetros recorridos pero allí estuve.
Allí llegué gastándome mis pocos ahorros, dándole espera para pagar a los que les debo dinero, ¿por qué? Sencillo el rojo me ¡necesita! Esta agonizante pero mi buen amigo no lo abandono nunca.
No era como los partidos pasados la casa llena, papel picado, pólvora y la fiesta sin precedentes. Más bien se vivía un ambiente desolador, un Pascual Guerrero lleno por los fieles, los que no creen resultados, incluso los tercos, si ¡La misma que tiene Tulio y Torres! Pero la nuestra es por afecto a la América.
Yo no fui al Pascual por Torres, por llenar las arcas de Tulio ni por los jugadores, lo hice por AMOR y sentido de pertenencia, compromiso hacia los diablos rojos. Llegué con la ilusión de que iba mejorar el juego. Antes de este partido me llene de “esperanza” por lo hecho contra Nacional se jugó bien a pesar de la derrota pero eso no paso.
No paso, fueron toques improductivos, Millonarios metido atrás, un juego insulso, pobre, mediocre por los diablos rojos. Mientras tanto el Embajador controlando el partido sin 6 de los titulares porque los guardaron para jugar contra Junior.
¡Que chico se ha vuelto América no le inspiramos temor a nadie, ya hasta nos ven cómo un rival de paso!
Para el segundo tiempo debo reconocer, Millonarios salió con actitud, tiene muchos limitantes, pero se le vio algo de ambición, tuvo 2 jugadas de gol, pero el jugador Jader Valencia las botó y una de ellas la sacó Bejarano de manera magistral.
Ese empate no lo merecíamos, era justo que Millonarios se llevara esos 3 puntos, porque hizo más en la cancha, me duele decirlo pero no estamos en nada.
Los minutos pasaban y pasaban, la tribuna pedía huevos, corazón garra, nada de eso pasó, eran muertos resignados corriendo para salvar el empate.
Al culminar el partido me desahogue en la tribuna, putie proteste, toda esa rabia debía salir, se lo merecían era el momento de hacerlo ya no más al televisor sino a ellos.
Es que el fútbol no es solamente de huevos, es estrategia, talento, amor por la institución que el cuerpo técnico y los jugadores están trabajando. El jugador que viene acá debe entender que esto es ¡América! Uno de los grandes del continente.
Solo se vive de historia, anécdotas, pero presente nada, donde quedó ese América que se paseaba a Millonarios, un rival grande, uno de esos de trámite para nuestras aspiraciones. Donde quedó el equipo batallador y con ganas de jugar.
Donde quedó la ira de dirigentes cómo Carlos Puente y técnicos como El “Médico Ochoa” que se enfurecían por perder. Ahora tenemos un conformista que en sus declaraciones celebra un empate con Jaguares y un presidente que maneja a la América como un granel.
Hasta cuando tenemos que aguantarnos esto, no fueron suficientes estos 5 años de dolor, desidia y mediocridad, señor hincha el otro año cumplimos ¡10 años! Sin ganar algo importante, cuando veíamos eso.
El ascenso fue un logro pero nos hizo conformistas, al hincha le digo sino se sale de la comodidad de su casa, nos vamos para la B de nuevo.
No seamos cómplices de este bajón, es hora de que nos ESCUCHEN. Ya no más manoseos, permitimos la salida de Tecla, la venta de Lucumí y traer esos “jugadores” que no saben ni filtrar un balón para crear ocasiones de riesgo.
Al fin al cabo, los que sufrimos los golpes somos nosotros, estos tribuneros y mercenarios se van,
Torres cobra su contrato. Por ende es un irrespeto que no nos escuchen.
Señor Tulio nosotros los hinchas no somos solamente una fuente de ingreso, nos pide que acompañemos ¡aquí estamos! Pero usted se hace el de la vista, su mayor preocupación es recuperar la inversión vendiendo jabones y tangas.
Usted no sabe de fútbol, no dudo de su buena fe, pero los que lo asesoran son unos BUITRES. El técnico que tenemos ya no tiene ideas, anda desesperado ¿para que insistir con él?
Ya no más, este grupo de jugadores no merece esta hinchada, es hora de protestar, pero no rompiendo Cascajal, los alrededores del estadio y agrediendo a los jugadores.
Porque si usted lo hace o es de esos que ataca a un hermano americano, por defender una barra usted es otro que no merece portar estos colores.
También le hablo al señor periodista, con sus opiniones ataque esta junta directiva, ¡no sean arrodillados por 3 pesos! O porque le regalen boletas para que lo dejen entrar.
Debemos despertarnos del letargo, el que no quiera ir al estadio en forma de protesta valido. No es abandonar es el tocar el bolsillo de Tulio, y los que se hacen presentes saquen pancartas, alienten sin parar.
No seamos cómplices, sobrados y relajados como en el 2011, el fútbol ya no se gana de camiseta, es con ¡ACTITUD! Algo que no tiene estos que se hacen llamar jugadores.